SECUESTRO

 

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ANTECEDENTES DEL SECUESTRO EN EL MUNDO

 

A pesar de que se piensa que el secuestro es una nueva modalidad de delito, o mejor, un producto de la época moderna; dicho acto tiene vigencia desde los tiempos primitivos cuando, según la tradición, hubo casos innumerables de secuestros de príncipes, princesas, héroes etc. No solamente con el propósito de obtener beneficios y recompensas en especie y dinero, sino también para fijar condiciones de guerra. Hacia el año 1500 antes de Cristo la piratería había echado hondas raíces en Grecia, Libia, Egipto y Sicilia y constituido bases significativas para acrecentar el crimen que se cometía en el mar; y así mitificar y casi legalizar el sistema. En esos momentos iniciales de la piratería fue cuando el "secuestro" llegó a su apogeo y se consolidó como sistema económico. 

En la antigüedad, el secuestro era una forma normal de sometimiento o comercio de personas, pues la superioridad era dada por las artes bélicas, y quien vencía tenía el derecho de tomar para sí el territorio conquistado, además de las personas derrotadas. 

Por las múltiples guerras entre los pueblos, se empezó a comerciar con las personas libres caídas en cautiverio. Así nació la esclavitud. Los fenicios plagiaban a doncellas y mancebos griegos y exigían por ellos un rescate, o los enviaban a Delos, una isla del Egeo, centro internacional de este tipo de negocio.

 En esta época ocurre el famoso rapto de la bella Helena, realizado por Paris, el cual provocó la guerra de Troya. Ambos huyen y Menelao, el esposo burlado, viaja con su ejército para obligar a su mujer a que retorne a su lado. Esta histórica confrontación, que duró más de doce años, es el eje de La Iliada, una de las obras poéticas de Homero. 

En el mundo romano se practicaba el crimen plagium, que consistía en el rapto de esclavos para apropiarse de estos. El secuestro era utilizado por el Imperio para derrotar a sus enemigos, pues capturaba a las principales personas de un reino para cobrar rescate por ellas. 

Es famoso lo ocurrido al joven Julio César, quien fue secuestrado en una isla del Mediterráneo. Cuando el futuro cónsul romano se enteró de la suma exigida por sus plagiarios -veinte talentos-, esta le pareció poca, dada la posición que él tenía, y la hizo ascender a cincuenta, advirtiendo que cuando quedara en libertad los crucificaría a todos. Cuando le entregaron a los cabecillas, decidió decapitarlos. 

Los judíos, por su parte, vivieron muy de cerca el secuestro, especialmente el de José, hijo de Jacob, quien fue vendido por sus hermanos a los egipcios, simplemente por ser el hijo preferido del Gran Patriarca. Sin embargo, mucho tiempo después, con el advenimiento de Moisés, el pueblo elegido pudo ser liberado de su esclavitud. 

En la Edad Media, especialmente en Alemania, el secuestro era considerado un robo y se castigaba como tal. Durante las cruzadas, Ricardo Corazón de León, uno de los generales cristianos, fue retenido, no precisamente por los moros, sino por un aliado suyo, el Duque, quien le puso precio a su libertad. 

El primer secuestro de la historia colombiana sucedió en los tiempos del conquistador Gonzalo Jiménez de Quesada cuando este, en el año de 1537, secuestró al zaque Quemuenchatocha, en la localidad de Hunza, hoy Tunja. El conquistador, para liberar al zaque, les exigió a sus súbditos la entrega de sus tesoros, el codiciado y mítico Dorado. No obstante haber recibido grandes cantidades de oro y esmeraldas, los aliados de Jiménez de Quesada torturaron cruelmente a Quemuenchatocha hasta darle muerte. 

Ya en los siglos XVI y XVII era muy frecuente, en el Mediterráneo, la captura de cristianos por piratas moros o mahometanos, quienes para liberarlos exigían siempre un rescate. También surgieron órdenes religiosas que ayudaban a recolectar el dinero. Miguel de Cervantes Saavedra, autor del famoso Don Quijote, estuvo cautivo bastante tiempo, luego de ser tomado como prisionero de guerra en la famosa batalla de Lepanto. 

En la Inglaterra del siglo XVIII aparecieron los press-gangs, bandas de secuestradores que operaban a favor del ejército y la marina, que obligaban a los hombres a alistarse en las filas de los regimientos británicos. En la China del siglo pasado era muy frecuente el shanghaien o secuestro de personas a quienes drogaban para obligarlas a subir a barcos especializados en comercio y tráfico de esclavos. 

El zar Nicolás II fue secuestrado y asesinado, junto con toda su familia, el 16 de julio de 1918, en Ekaterinemburgo (Rusia). 

El 23 de febrero de 1958, en La Habana (Cuba), el argentino Juan Manuel Fangio, cuatro veces campeón mundial de automovilismo, sintió por primera vez un susto diferente de aquellos que vivía cotidianamente, a más de 300 kilómetros por hora. Un revólver fosforescente estaba clavado entre su camisa sudorosa. 

El secuestro del famoso corredor resultaría ser un audaz golpe de publicidad para el movimiento 26 de Julio. Fue quizás el primer campanazo mundial de lo que venía detrás: el desembarco del 'Gramma', Fidel Castro, la Sierra Maestra, la celebrada revolución y luego, el terrible contraste, cuando todo giró bruscamente y Cuba se convirtió en el polo comunista, a 100 kilómetros de Miami. La carrera automovilística programada fue una tragedia. Armando García Cifuentes, piloto inexperto, tuvo un colosal accidente, mató a cuatro espectadores e hirió a muchos más. El famoso argentino no condujo su brioso Maserati, pero sí recibió, de la guerrilla, su premio de 5.000 dólares. Además, lo vio todo por televisión, cómodamente instalado en un apartamento lujoso. Firmó autógrafos a los hijos de los secuestradores y entabló largos diálogos durante su cautiverio de 36 horas con Faustino Pérez, jefe del comando que estaba al mando de la operación. Una vez pasada la carrera, los secuestradores entraron en pánico debido a la gran operación de rescate montada por Batista, y el mismo Fangio fue quien sugirió que lo entregaran en la embajada argentina. El incidente terminó felizmente y los de esa época nunca lo olvidaron. Cuando se cumplieron 25 años, a Fangio lo invitaron sus secuestradores a La Habana para celebrar el aniversario. 

En Latinoamérica, la subversión empieza a dedicarse al secuestro en los años 60. Luego del triunfo de la revolución cubana se desató una corriente de simpatías y de solidaridad con la gesta revolucionaria, especialmente entre la juventud. Estas corrientes dieron paso a hechos con los que se buscaba emular a sus modelos cubanos. 

El 5 de abril de 1970 fue hallado el cadáver del embajador de Alemania Federal en Guatemala, el conde Karl María von Spreti, secuestrado antes por guerrilleros que exigían por su liberación 700.000 dólares y la puesta en libertad de 22 prisioneros políticos. Los esfuerzos del gobierno alemán por establecer un pacto con los secuestradores fueron obstaculizados por el gobierno de Guatemala, que se negó a hacer cualquier trato con los guerrilleros e implantó el estado de sitio. 

El 10 de agosto de 1970 se encontró el cadáver de Dan Mitrione, jefe de la central de inteligencia estadounidense CIA, en Uruguay, quien días antes había sido secuestrado en una acción terrorista de los Tupamaros en Montevideo. 

El 18 de enero de 1972 fue secuestrado por la organización terrorista ETA el industrial vasco Lorenzo Zabala. El plagio se produjo durante los conflictos laborales de la empresa Precicontrol, de la cual él era el director, tras el despido de 200 trabajadores. ETA secuestró a Zabala y exigió la reincorporación inmediata de los despedidos para darle la libertad. Tras cuatro días de gestiones, la empresa llegó a un acuerdo con los trabajadores y readmitió a los despedidos. Finalmente, el 22 de enero, Zabala apareció en la carretera que conduce de Ochandiano a Urquiola. 

El 5 de septiembre de 1972, el grupo Septiembre Negro, un comando terrorista árabe, ingresa en la ciudad olímpica de Munich e invade los departamentos ocupados por los miembros de la delegación de Israel. Muchos atletas consiguen escapar, pero el entrenador del equipo de lucha, Moshe Weinberg, y el desista Roamno son asesinados al oponerse al asalto. Los terroristas retienen a otros nueve israelíes como rehenes y dan a conocer su exigencia: la liberación de 250 palestinos presos en cárceles israelíes y el transporte de guerrilleros y rehenes a una capital árabe. El gobierno de Israel anuncia que no cederá al chantaje. Tres helicópteros despegan de la villa olímpica hacia el aeródromo militar de Fuerstenfeldbruck, transportando a los terroristas, a los rehenes y a oficiales alemanes. Los pilotos están constantemente encañonados por un hombre de Septiembre Negro. Cuando los helicópteros aterrizan, las pistas del aeropuerto son iluminadas súbitamente con bengalas y suenan disparos. Dos de los terroristas caen bajo las certeras balas disparadas por los policías alemanes. El comando vuelve entonces sus metralletas contra los rehenes y los asesina en el acto. La policía mata a cinco terroristas, y otros tres son detenidos. Por su parte, el Comité Olímpico Internacional decide que, a pesar de los cruentos acontecimientos, los Juegos deben seguir, después de las ceremonias fúnebres. 

El 15 de julio de 1973, Paul Getty III, nieto del millonario del petróleo Jean Paul Getty, considerado durante mucho tiempo el hombre más rico del planeta, fue secuestrado en Roma. Doce días después, sus captores hicieron llegar a los padres de la víctima una petición de rescate de 10 millones de libras esterlinas. Pero, el excéntrico abuelo del secuestrado hizo saber que no estaba dispuesto a pagar ni un céntimo para conseguir la liberación de su nieto. 

El 4 de febrero de 1974 tuvo lugar en Berkeley (California) el secuestro de Patty Hearst, la nieta de William Randolph Hearst, multimillonario rey de la prensa estadounidense. Cuatro días más tarde, su familia recibe una comunicación firmada por el autodenominado grupo terrorista Ejército Simbiótico de Liberación (ESL), en la que se atribuía el plagio. A manera de amenaza-advertencia, la imagen de una serpiente cobra con siete cabezas adornaba la carta. 

Los captores acusaban a la familia Hearst de haber acumulado su riqueza robando al pueblo estadounidense, por lo que debía purgar esa culpa dando setenta dólares en alimentos a cada pobre de California, durante las siguientes cuatro semanas. El valor estimado de la exigencia se calculó, en ese entonces, en 133 millones de dólares. El 3 de abril, a los 58 días del secuestro, el planeta se conmocionó. Una emisora local recibió un casete con la declaración de rebeldía de Patricia: "Estoy libre, pero voluntariamente me he unido al Ejército Simbiótico de . Se explicaba en el mensaje que la joven había adoptado como nombre de combate el de 'Tania', en homenaje a la guerrillera que acompañó al Che Guevara en su fatal misión en Bolivia. Doce días más tarde, cuatro mujeres armadas y un hombre negro asaltaron el Banco Hibernia de San Francisco y se llevaron 10.960 dólares. Las cámaras de televisión del sistema de seguridad registraron todos los detalles. 'Tania' aparece amenazante con una ametralladora insultando a los cajeros. El 17 de mayo, a los 105 días del secuestro, la policía y el FBI localizaron la guarida del ESL en la que se hallaron los cadáveres calcinados de cuatro mujeres y dos hombres. Tomadas las impresiones dentales de los terroristas carbonizados, se concluyó que 'Tania' había escapado. La cadena de delitos en los que esta se involucra continuará hasta su arresto, el 18 de septiembre de 1975. El Estado norteamericano gastó cinco millones de dólares en su persecución y en su juicio. Su familia, entre tanto, ya había gastado seis millones en alimentos y gastó otro tanto en el pago de los mejores siete abogados de la nación. Las ocho semanas del proceso concluyeron después de 12 horas de deliberaciones, con el fallo del jurado: "Sí es culpable", pero en febrero de 1979 el presidente Carter decreta el indulto para la última guerrillera sobreviviente del aniquilado ESL. La pesadilla de cinco años exactos terminó para los archimillonarios Hearst y para Patty. *El 16 de septiembre de 1974, los Montoneros secuestran a los dos hermanos Born, hijos del presidente y fundador de Bunge Born de Argentina. Custodiados y acompañados, salían de su casa a la misma hora todos los días para dejar a sus hijos en el colegio, camino de la empresa. Tras estar retenidos nueve meses, fueron liberados a cambio de un rescate de 60 millones de dólares. 

 En 1977 es secuestrado y asesinado el industrial quiteño José Antonio Briz López, cuyo móvil fue económico. 

El 16 de marzo de 1978 corre la misma suerte, en Roma, el dirigente político Aldo Moro, de 62 años presidente del partido Democracia Cristiana (DC). En el momento del secuestro mueren cinco de sus guardaespaldas. El plagio, de móvil eminentemente político, fue realizado por las Brigadas Rojas, grupo subversivo de extrema izquierda. Para entregar a Aldo Moro, sus captores exigían la liberación de 13 integrantes de las Brigadas Rojas -entre ellos Renato Curcio-, quienes por esos días eran enjuiciados en Turín. El propio papa Pablo VI intervino ante los secuestradores para que lo liberaran, pero todo fue inútil, pues sus captores lo asesinaron. El cadáver de Moro apareció entre un carro el 9 de mayo de ese mismo año. A su sepelio no asistió ningún integrante de su partido ni del gobierno, pues así lo había pedido el presidente de la DC. Su esposa culpó a los dirigentes políticos de su muerte por no haber querido negociar con los integrantes de las Brigadas Rojas. 

El 4 de noviembre de 1979, un grupo de estudiantes islámicos asaltó la embajada de Estados Unidos en Teherán (capital de Irán) y tomó como prisioneros a los 52 norteamericanos que allí trabajaban. El plagio contó con el apoyo del Ayatollah Jomeiny. Poco después de haber tomado la embajada, los estudiantes expresaron su intención de retener a los rehenes hasta que las autoridades norteamericanas entregaran al ex sha Mohammed Reza Pahlevi "a la justicia islámica". Luego de un año y dos meses, el 20 de enero de 1981, los 52 retenidos en Teherán fueron liberados tras una larga y dramática etapa de negociaciones. La mediación de la diplomacia argelina entre los norteamericanos y los secuestradores fue decisiva. Irán sólo accedió a negociar seriamente cuando las autoridades advirtieron que el bloqueo norteamericano impediría al país adquirir cambios para las piezas de armamento pesado, casi todo elaborado en Estados Unidos, clave en la guerra contra el régimen iraquí. Washington, por su parte, ofreció transferir a una cuenta bancaria argelina los fondos iraníes bloqueados desde la captura de los rehenes. Con la liberación de los rehenes se saldó un conflicto internacional que puso en evidencia el eje en el que reside el poder real de Irán. *Cinco periodistas alemanes y estadounidenses fueron secuestrados en Líbano, en 1983, por razones políticas. Siete años después se los dejó en libertad. 

En 1986, grupos subversivos ecuatorianos secuestraron al industrial guayaquileño Nahim Isaías y al abogado quiteño Enrique Echeverría Gavilanes. Estos dos secuestros tenían como móvil la desestabilización del Estado ecuatoriano y del gobierno de la época. El primero, que fue asesorado por guerrilleros colombianos, tuvo un epílogo trágico cuando fallecieron víctima y captores durante la intervención de las fuerzas de seguridad. En el segundo, la víctima fue rescatada sin novedad, al rendirse sus secuestradores. 

En Italia, país considerado hasta 1990 la meca del secuestro, fue secuestrada, en julio de 1975, la joven Cristina Mazzotti, de 18 años; la familia pagó un rescate de dos millones de dólares, pero sus captores la asesinaron. 

El 19 de mayo de 1986 tuvo lugar un secuestro seguido de suicidio. El ex policía David Young y su esposa, Doris, murieron después de secuestrar a alumnos y profesores de una escuela del estado norteamericano de Wyoming. El matrimonio, vinculado a grupos racistas de extrema derecha, penetró en la escuela para protestar por la integración obligatoria de niños blancos y negros. Durante tres horas mantuvieron como rehenes a alumnos y profesores, hasta que una bomba de fabricación casera que llevaba la mujer estalló en sus manos y le causó la muerte. El estallido provocó heridas a unas 70 personas. Luego, David Young se suicidó disparándose dos tiros. 

En marzo de 1990, secuestradores libaneses dejaron en libertad al periodista británico John McCarthy, a quien mantuvieron cautivo durante más de cinco años. McCarthy llegó a Damasco (Siria) pocas horas después de haber sido entregado a funcionarios sirios en el Líbano por la Jihad Islámica (Guerra Santa), un grupo pro iraní. 

El 28 de abril de 1990, en Río Bermejo (Sucumbíos, Ecuador) fue secuestrado el estadounidense Scott Heymdal. La acción delictiva tenía móviles económicos. Por investigaciones policiales y por hechos acaecidos en la región amazónica desde 1987, se presumía que los secuestradores pertenecían al Ejército Popular de Liberación (EPL) de Colombia. En la primera fase de las negociaciones, estos exigían la entrega del dinero en dólares y pesos colombianos. En la segunda, intervinieron los propios padres de la víctima, quienes accedieron a colaborar con la Policía. Después de tener siete contactos y pagar 60.000 dólares, el cautivo -que estuvo en territorio colombiano y fue cambiado constantemente de campamento- fue liberado el 29 de junio de 1990. 

El 20 de mayo de 1994, en Machala (Ecuador), varios hombres secuestraron a Servio Antonio Serrano Correa, por cuya liberación cobraban 400.000 dólares. La policía ecuatoriana detuvo a los secuestradores. *El 5 de julio de 1994, en Moscú, una banda de criminales rusos secuestró a un bebé de ocho meses y amenazó con decapitarlo y enviar su cabeza por correo a sus padres si no recibían 270.000 dólares. 

Por haberse disparado las cifras del secuestro en Ecuador, en julio de 1995 el gobierno ecuatoriano aprobó la cadena perpetua para los secuestradores de personas muertas en cautiverio. 

El 31 de marzo de 1996, en Ciudad del Vaticano, el Papa Juan Pablo II, al marcar el inicio de la Semana Santa, apeló por la liberación de siete monjes secuestrados en Argelia por presuntos militantes musulmanes. "En este momento de la pasión de nuestro señor, nuestros pensamientos y oraciones son por los siete monjes trapenses en Argelia, aún en manos de sus secuestradores", expresó el Sumo Pontífice. 

Hombres de grupo ex contra rearmado secuestraron el 19 de Junio de 1996 a 52 funcionarios del Consejo Supremo Electoral (CSE) en el norte de Nicaragua y frontera con Honduras. Los 52 miembros de las Juntas Receptoras de Votos (JRV) fueron retenidos por hombres del jefe rearmado conocido como "El Licenciado", cuando se trasladaban al poblado Wiwilí, a depositar los catálogos y materiales utilizados en el proceso de inscripción especial de ciudadanos en esa región del país. El ejército nicaragüense confirmó que los secuestrados fueron llevados a territorio hondureño.

(Fundación País Libre, 1999). 

 

ANTECEDENTES DEL SECUESTRO EN COLOMBIA

Ahora bien, el primer secuestro de la historia colombiana sucedió en los tiempos del conquistador Gonzalo Jiménez de Quesada; cuando este, en el año de 1537, secuestró al Zaque Quemuenchatocha, en la localidad da Hunza, hoy Tunja. El conquistador, para liberar al Zaque, les exigió a sus súbditos la entrega de sus tesoros, el codiciado y mítico Dorado. No obstante, habiendo recibido grandes cantidades de oro y esmeraldas, los aliados de Jimenez de Quesada torturaron cruelmente a Quemuenchatocha hasta darle muerte.

 Posteriormente se tiene el primer reporte reciente de secuestro, el 31 de enero de 1933; fecha en que fué plagiada en Aguacatal (Valle del Cauca), la niña Elisa Eder, de 3 años, hija del famoso industrial Harold Eder, por la que se pagó un rescate de cincuenta mil pesos, cifra bastante alta para la época, ya que de acuerdo con el comportamiento de la inflación desde esa época hasta la fecha, los cincuenta mil pesos que pidieron de rescate equivaldrían hoy, aproximadamente, a doscientos millones de pesos (Fundación País Libre, 1999).

 Después, las décadas de los años 50 y 60 se caracterizaron por secuestros llevados a cabo por bandas de delincuencia común y hacia 1962 apareció la modalidad del secuestro extorsivo, por parte de los movimientos guerrilleros como el M-19 (Movimiento 19 de Abril), hoy reintegrado a la vida civil tras un proceso de paz que tuvo lugar en 1990, y las FARC (Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) Dichos grupos subversivos empezaron hacia principios de los años 70 con la retención de ganaderos y empresarios de notoria liquidez económica para financiar la acción subversiva. Muchos hacendados eran secuestrados, en vista de que se negaban a pagar "impuestos de guerra" o "vacunas" (Término coloquial para denominar a la extorsión económica). Los innumerables secuestros que el M-19 realizó, especialmente en las ciudades, fueron una réplica de las tácticas utilizadas por los grupos guerrilleros del cono sur, como los Montoneros, de Argentina, y los Tupamaros, de Uruguay. Con gran astucia política, el M19 utilizó el secuestro no sólo para financiarse, sino para dar nuevos golpes de opinión (Fundación País Libre, 1999).

 El Movimiento 19 de Abril (M-19), irrumpió en la palestra con la retención del líder sindical José Raquel Mercado, a quien se le hizo un "Juicio Popular" para más tarde asesinarle. De ahí en adelante y durante toda esa década, por diferentes móviles, no cesaron los secuestros de periodistas, diplomáticos, políticos, funcionarios, policías, sacerdotes, gerentes de empresas multinacionales, profesionales extranjeros, ganaderos, abogados y líderes cívicos. Dentro de éstas personalidades se encuentran entre otros, el presidente Alfonso López Pumarejo, el líder sindical José Raquel Mercado, Camila Michelsen Niño, el escultor Rodrigo Arenas Betancourt, el dirigente político Alvaro Gómez Hurtado y el procurador Carlos Mauro Hoyos (Fundación País Libre, 1999).

 Luego, en los años ochenta floreció el secuestro realizado por la nueva modalidad criminal del narcotráfico y tales plagios se le atribuyeron a "los extraditables", grupo de traficantes de droga conformados por Pablo Escobar Gaviria, Gonzalo Rodríguez Gacha y Los Hermanos Ochoa, entre otros. Dicho grupo secuestró a diversas personalidades de la vida pública como periodistas, políticos y sus familiares, con el fin de enviar comunicados al gobierno y presionar para evitar la extradición de dichos criminales. Los secuestros de mayor impacto nacional perpetrados por los extraditables fueron: El secuestro masivo de periodistas, el secuestro del candidato a la Alcaldía de Bogotá, Andrés Pastrana, quien hoy en día es el actual Presidente de la República de Colombia y el secuestro del periodista Francisco Santos Calderón, que en ese entonces era el jefe de redacción del periódico El Tiempo, a quien liberaron ocho meses después y creó la Fundación País Libre.

 En agosto de 1995, el Presidente Ernesto Samper Pizano anunció la creación de la figura Zar Antisecuestro y en septiembre del mismo año decretó la creación del Programa Presidencial para la Lucha contra el Delito del Secuestro (Hoy Fondelibertad). La sala de consulta del alto tribunal establece que el Zar Antisecuestro puede negociar secuestros, retardar la denuncia a las autoridades cuando esté en peligro la vida del secuestrado y dar visto bueno a quienes quieran intermediar en un secuestro. Además, establece que, quien quiera participar en las negociaciones para liberar a un secuestrado tendrá que informar al Programa Presidencial sus intenciones y deberá contar con el aval del Zar para poder hacerlo. Con esto se puede evitar que los intermediarios en el proceso de negociación se aprovechen de la situación para lucrarse (Fondelibertad).

 

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Friday, 14 de September de 2001